El Siniestro Triángulo | 10 Minutos

La inclinación de Arabia Saudí por la violencia cruza su propia frontera nacional. El espantoso asesinato del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi en Turquía en 2018 y, lo que es más importante, la guerra inhumana en Yemen, que comenzó hace aproximadamente 8 años y ha traído a la nación hambruna, enfermedad y muerte, son solo dos ejemplos.

Sin embargo, bajo Bin Salman, el reino ha estado pagando cantidades ingentes de dinero para cambiar su imagen internacionalmente de un bastión de intolerancia y extremismo a uno que es menos verdadero y más atractivo.

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